Tuesday, October 31, 2006

Demasiado tarde

De nuevo acá en este laberinto de la vida
que algún Dios indiferente edificó entre las tinieblas,
con mil puertas de salida que nos llevan a ninguna parte
hoy no quiero correr más,
hoy dejaré que sea el tiempo el que corra,
postergaré el destino a otra vida.

Si hay algún camino, si hay algún motivo
no seré yo quien los encuentre
fluyamos en este barco de papel
a donde sea que desemboque este apacible río,
sentémonos a esperar, seamos pacientes lleguemos a ese borde del abismo
donde seguramente mi ironía se volverá plegaria

No te confundas no es deja vu, sólo es un día más
no gastes fuerzas en intentar comprender,
no ansíes nada; lo tuvimos todo
no es momento de echar de menos lo que despreciaste,
es momento de sonreír, es momento de brindar, es momento de...

AndracA

Noches sin Luna

Nunca fui un fanático de las noches sin luna, no sé cuándo empezó mi aversión a la lluvia, no sé cuándo empezó este sentimiento de noches eternas, no sé cuando empezó a importarme cuándo empezaron las cosas.

La misma sensación de vacío al caer la noche, veo sangrar la lluvia de este cielo desgarrado que hoy extraña a la luna, al menos él sabe lo que extraña, en cambio yo rondo la nada, navego por la soledad siempre con esta ansia de absoluto y este anhelo de perfección y completud que proviene de lo más profundo de mi ser y no logro alejar con ninguno de mis excesos. Quizá nada falte en mi vida, quizá hoy sólo falte la luna, quizá sólo será que la lluvia me pone triste, quizá...

Pero ¿por qué extrañar la luna?, ¡esta noche es perfecta! hoy es una de esas noches que me recuerda que cuando está oscuro todo comienza a verse más claro, lejos del tumulto cotidiano, del fandango de los solitarios, de la juerga de mis demonios, del regodeo de mi ego, del disturbio de mis sentidos, de la sublevación de mis sueños, del motín de mis deseos, estoy desnudo y estoy completo, vuelvo al origen.

No quiero que termine esta noche, no quiero ver la luz, ¡que nunca pare de llover!, ¡que el sol me abandone!, ¡que el cielo caiga ante nuestros ojos!, ¡perdámonos en la oscuridad por siempre! donde todos somos iguales y no añoremos lo pueril y vulgar.

El sol será hoy mi perdición, volveré a la soledad colectiva donde nadie sabe nada de nadie y todos somos parte de todos... Nunca fui un fanático de las noches sin luna.

AndracA

Wednesday, October 11, 2006

Toda esta nada

Si lograra ausentarme un minuto de esta vida
tendría el tiempo necesario para añorar nunca volver
sin embargo seguimos por este mundo, errantes, rondando la nada y tratando de explicar lo obvio
este trozo de tiempo entre el vientre y la tumba que llamamos vida
lleno de sueños de trascendencia ahogados en la indiferencia ¿suya o nuestra?
con nuestro corazón incapaz de discernir las premoniciones fatales de nuestros sentimentalismos
y esta muerte que repudiamos como a una puta que nos seduce
y que baila al ritmo de nuestro silencio
a veces quisiera entregármele sin preguntarme si soy digno de ella
siempre fue más fácil morir que “vivir”
Y es que puede ser poco vivir para siempre
con esta ansia de absoluto y este anhelo de perfección y completud
mis aspiraciones surgen de una conciencia que se mira en el espejo de sí misma
y aún así pertenezco a la totalidad de la cual me separé
me he vuelto una estación del dolor particular
mi tragedia es la individualización
durante este camino he intentado aniquilarme, unirme, fundirme, reunirme en esa soledad colectiva
para quitar de mi alma el peso agobiante de mi propio yo
¿qué es el mundo?, ¿qué soy yo? Qué distantes y extraños somos....

AndracA