Friday, August 31, 2012

Solicitud elaborada

Le di tu corazón al ropavejero
En la mañana, por la ventana donde sueles mirar los atardeceres y beber café
Lo cambié por un cuadro de Xul Solar, comprenderás que no pude resistirme
También decidí hacerme autodidacta del amor, te amaré de a oído y te tocaré
Cada mañana mientras te alejas a la vulgar cotidianidad que todas las que
Son como tú sostienen y la hacen indestructible
Por mi parte vagabundeo en la desazón , mientras algo gotea en el sótano
No sé si los latidos de mi corazón o el pasado acumulado.
Nada que Bowie no logre alinear en algo bello o Henry Miller anudar en un cigarrillo
Por la tarde vuelves vestida de símbolos sin descifrar y cronopios alrededor de tu sonrisa
Algo que la ciudad te impregnó sin que notaras es lo que intentas sacudir de tu abrigo
Notas la ausencia de tu corazón en mi mirada
Notas que el día de hoy no estuve bebiendo y que una aplicación laboral está a medio llenar
Y aunque te preocupa un poco que mis ojos no brillen frente a los tuyos
Me premias con la nobleza de tu cuerpo
Y es que el amor está ausente, salió de negocios

-AndracA-

El sombrero del Sr. Morales

Casi no cabìa en esas cuatro paredes de dos por dos, su inmensidad era tal que la vida de cualquier otro me parecìa insignificante, tenìa ese aspecto elegante, ese que sòlo los que fuman pueden tener, esa mirada que venìa del màs allà, cuyo brillo imperceptible titilaba al final del tunel de sus ojos, no podìa sostenerle la mirada, sabìa ya que yo no era nada, no merecìa ser visto por èl, me pareciò increìble la facilidad con la que pude resignarme a saberme una astilla de este jodido àrbol de la vida.

Desenfundò un cigarrillo cual si su apellido fuera Mc.Coy y mi posilga el lejano oste, lo colocò entre sus labios vueltos mueca de risas de otros tiempos, y yo querìa tener el infierno en mis manos para encenderle aquel tabaco, jugueteò unos segundos con el mecherito entre sus manos, hizo una especie de suerte màgica y despuès lo encendiò, la màscara de sombra que caìa de su elegante sombrero cediò un poco ante el ambar de la flama, pude percibir un rostro alargado, blanquìsimo y por alguna razòn muy familiar.

Esculpiò figuras de humo despuès de una larga bocanada, me dijo que salièramos a caminar o que nos quedàramo ahì a morir, a esperar por el destino, que tiene un radar infalible para los perdedores. Simpre los encuentra.

No me dijo nada màs. Caminamos toda la madrugada, puedo decir que mi cuerpo experimentò algo jamàs sentido por nadie. Despertè en mi habitaciòn, habìa una mujer a mi lado, bebì de una vez el tinto restante y pensè que la moral, la rectitud y la voluntad podìan esperarme en otra vida.

-AndracA-

Wednesday, August 29, 2012

El día que conocí a la chica que me preguntò ¿qué chingados has hecho de tu vida? Parte I

“Todo saldrà mal haga lo que haga…
Dios, la verdad me vale madres…
La vida nunca ha sido la gran cosa…
Tarde o temprano las cosas que te importan las perderàs…
¿Què sentido tiene?”

La escuàlida chica de larga cabellera rubia disparaba estas frases en el escenario, habìa uno o dos guitarristas que fumaban-bebìan-tocaban intercaladamente, un bajista en las sombras y un baterista que imitaba a Richie Ramone, la canciòn era una mierda digna del lugar aquel, me resultaba repugnante el sitio, pero tenìan buena cerveza.

Supongo que el negocio iba mal y que estaban implementando nuevas estrategias para atraer a la gente, ya que nunca habìa visto tocar ahì a una banda. La rockola, por llamarla de alguna forma, ya que “tropico-norteña-banda-salsa-cumbia-mierdasonoracola” le vendrìa mejor, era lo ùnico que tenìan aquellos bebedores que no soportan beber en silencio, me daba igual, hasta entonces.

Comenzaba a extrañarla un poco en medio de aquella presentaciòn. Pensè que era un pendejo por preferir escuchar cualquier canciòn clichè de peda que a una banda de rock en vivo, pero es que las bandas de hoy, ¡Dios mìo!. Muy a pesar de todas las descalificaciones que ametrallaba contra ellos mi cerebro, despuès de dos rolas me encontraba miràndolos y escuchàndolos, no sòlo eso, creo que estaba atento a las frases que, con una mezcla de inocencia y perversiòn, la chica arremetìa contra el indiferente pùblico.

Cuando notè mi interès sonreì y me burlè de mi mismo, pues me di cuenta de que relacionè una de sus frases con la filosofìa de Schopenhauer, reduciendo su concepto de voluntad a un proceso puberto de desconcierto pacheco. Decidì beber màs y dejar mis aires intelectuales soberbios para despuès. “En un cafè de aquellos parisinos no serìas nadie”, me dije.

Pensè que quizà me rodeaba de borrachos desconocidos de media clase para sentirme superior de alguna manera, que en ese momento no supe dilucidar.

La barra de este bar era preciosa, la madera con esos acabados tan delicados, el tono ùnico lleno de claroscuros cafès, el rechinar al servir los tragos, al acercarse al mesero, al recargarse o al dormir cuando las copas han sido demasiadas. Un carpintero dirìa que es una basura, pero ante mì resultaba una pieza ùnica invaluable y entrañable. “Ni siquiera de un àrbol te expresas asì”, fue lo que dijo aquella chica que estùpidamente invitè a venir hace algunos meses. Pero ¿què puedes esperar de una oficinista en traje sastre y tacones inquisitivos?.

La noche se hizo lenta entre toda esta mezcla de pendejadas que pensaba, creo que es hora de contar lo que sucediò despuès y dejar un poco de lado el besarle el trasero a este lugar que no sè ni por què realmente me gusta.

No sè si era el tercer o cuarto tarro de cerveza, aunque pensàndolo bien quizà fue el quinto, ya que nunca meo antes de la quinta cerveza y precisamente me dirigìa al mingitorio.

Estaba en la quinta cerveza pues, esa, la que bifurca tus planes iniciales de volver temprano a casa y no emborracharte, con los de vaciarle la cartera al cantinero y beber hasta que te lo nieguen. Basta decir que vino la sexta, la banda habìa dejado el escenario y la gente disponìa de su morralla para introducirla en aquella alcancía gigante, luminosa y ruidosa.

Pensè que con un poco de suerte podrìa observar a la distancia a alguna de esas chicas contonear sus caderas girando alrededor de un hombre màs afortunado que yo, y no es que deseara bailar, pero es que ni el màs sociòpata dejarìa de agredecer unas caderas girando alrededor suyo.

Me concentraba en enfocar mi astigmatismo hacia la pista de baile (antes escenario de rock and roll!!!!), quizà aùn no llegaba a la tercera cerveza ninguno de los presentes, ya que la pista estaba vacìa, y es que asì como yo no me permito mear antes de la quinta, ellos no se permiten bailar antes de la tercera.

Volvì mi mirada hacia la barra, prenderè un cigarrilo al menos, pensè, cuando estaba entre mis labios aquel tabaco rebusquè en los bolsillos de un viejo saco de pana cafè mi mechero (pensè que era un mamòn por decirle mechero) pero no lo hallè, primero vino un boleto del metro, que me recordaba que antes de las 12 debìa partir y que no tenìa auto, un pedazo de papel higiènico, herencia de mi madre, (no es que me haya dejado rollos de papel de herencia, me dejò la costumbre de siempre traer un trozo en los bolsillos. “Nunca sabes cuàndo lo vas a usar”, solìa decir) y un ipod descargado, pero del mechero ni sus luces aunque suene irònico.

La flama naciò ante mis ojos con una velocidad que gritaba “!!fuma!!”, nunca fui tan observador en dos segundos, ya que notè que las uñas negras de aquellos dedos que sostenìan el mechero, y la tersa piel blanca de las manos portadoras de dichos dedos con uñas negras que prendieron la llamarada, no eran, sin lugar a dudas, del cantinero.

Le agradecì el gesto, era una chica hermosa y jovial, vestìa mayormente de negro, su cabello era largo y sin ondulaciones, el rímel en sus ojos era exagerado y de tonos oscuros azules, grises y negros, el arillo en sus labios brillaba cada que hablaba y me deslumbraba un poco, – por nada-, dijo, con la misma voz que escupiò toda aquella rabia en el escenario, hasta entonces notè que se trataba de nuestra Paty Smith del dìa.

Suerte que notè que era ella antes de decir algo malo en contra de su música, aunque era guapa y yo estaba ebrio resolví tampoco decir que su música era excepcional, tengo cierta ética de borracho.

Aunque pensándolo bien, no tuve que pensar mucho què decirle o què no decirle, ella fue la que comenzó a hablar, pensé que era por la adrenalina de bajar recientemente del escenario, no es que un bonche de gente que te ignora y desinteresada del rock te provoque mucha emoción, pero el rock es el rock, supuse que estaba bebiendo su primera cerveza de la noche y que necesitaba lo que cualquier intérprete rockero después de un concierto necesita; ser alabado.

Era una pena que estuviera a mi lado, si eso es lo que buscaba, ya que un àngel de esa naturaleza merece por lo menos alguien que se desviva en hacerle notar lo grandiosa que es, ya no su música si no su actitud, su incipiente estado de cuestionamiento por la vida y sì claro, su anatomía esculpida por el rock, la cerveza y el tabaco, supuse que hace 10 años estaría moviendo los siete mares, bajando las constelaciones y recitando imposibles con tal de conquistarla…

to be continued

-AndracA-

Tuesday, August 28, 2012

Les debo una

¿quién sirve el café
quién llena el tanque del automotor
quién barre las sucias calles
quién construyó tu casa
quién maneja el metro
quién mató esta vaca en mi plato
quién nalgueome al nacer
quién controla el proyector del cinema
quién respetó el alto de la calle que crucé ayer
quién prendió mi luz y me arrojó al mundo
quién fue el único que rió de mi broma
quién pensó en asaltarme y al final no lo hizo
quién verificó que las jeringas no estuvieran usadas
quién no me delató de copiar en aquel examen
quién pudo besar a mi novia y lo dejó pasar
quién disolvió su odio a su trabajo y no escupió en mi sopa
quién toca las campanas que llaman a la redención
quién me tuvo en su mano y no cerró el puño
quién no me dejo amarle por mi bien
quién rezó por mí alguna vez
quién hizo un silencio para escucharme
quién me dijo un cumplido alguna vez
quién se desahogó en mis brazos
quién me prendió un cigarro
quién me recomendó a The Cure
quién puso en mis manos La Náusea
quién me dijo "no mames debes ver Traisnpotting"
quién me hizo caso y se compró el Melancollie and the Infinite Sadness
quién creyó en mí y me dijo hoy por ti mañana por mí
quién se metió a mis sueños y calmó mis miedos
quién me devolvió ese billete que tiré sin darme cuenta
quién encontró mi celular y llamó para devolvérmelo
quién me dijo salud qué gusto verte
quién me avisó de una fiesta aquel viernes que destinaría a Nietzche
quién me entrevistó y no me rechazó por mis ideas ni aspecto
quién planeó una aventura y dijo "hay que avisarle a ese wey"
quién piensa en el futuro y me incluye
quién no levantó el pan del suelo y lo reintegró a la canasta para que yo lo tomara
quién no me vendió un auto defectuoso con mentiras
quién me dijo siempre la verdad confiado en que sé manejarla
quién me dijo luces muy mal cuando creí tener estilo
quién me dio sus besos mientras soñaba
quién suspiró por mí y me admiró
quién encontró mi id y fue a mi casa para devolverla
quién me echo un raid desviándose cuadras y cuadras de su destino
quién me dijo "yo te invito" pues sabían que no tenía lana
quién dejó pasar ese momento de burlarse de mí y hacerme sentir mal
quién se arrepiente de haberme conocido
quién iba a dar vuelta y puso su direccional para avisarme a mí, el solitario peatón
quién no se subió borracho al auto aquel que me impactaría de haber sido así
quién respetó a mis hermanas en aquella fiesta que se pasaron de copas
quién le sedió el asiento a mi madre en aquel camión
quién trata con honorabilidad a mi padre en su esfuerzo diario
quién me confió su femenina amistad a pesar de la mala reputación de mi género
quién me siguió en aquella junta donde alcé la voz por mis compañeros
quién se casó y pensó en llevarme una invitación
quién me invitó a ser el padrino de su hijo
quién va asistir a mi velorio
quién metió las manos al fuego por mí
quién quedó conmigo de verse y llegó puntual a toda costa
quién aguantó el sueño por seguir divirtiéndose conmigo
quién me dijo "ya quédate a dormir, es tarde"
quién me dijo "ya párate, está listo el desayuno"
quién puso un plato en la mesa para mí
quién me trajo un recuerdo de su viaje al extranjero
quién me mandó aquel recado anónimo en la primaria
quién me presentó a su padre y a su madre con confianza
quién evitó preparar un platillo porque no me gustaba
quién se acordó de llamarme en mis cumpleaños
quién sonríe en su trabajo un día cualquiera porque se acuerda de mí y mis bromas
quién de repente me recuerda y dice "qué haría ese wey en esta situación"
quién me regaló sus miradas cómplices
quién tiene chistes locales conmigo
quién me dice "ya comiste"
quién me preguntó cómo me fue
quién me esperó afuera del trabajo por horas
quién se va a casar conmigo
quién va a ser la mamá de mis hijos
quién supo siempre que yo era el amor de su vida y viceversa
quién me levantó cuando caí en el slam de los Fabulosos Cadillacs
quién me roló un toque en el concierto de Radiohead
quién era aquel taxista que no se manchó y me cobró lo justo
quién me dio un boleto que le sobraba para un concierto
quién fue la camarera de aquel hotel que vio mi cartera y no robó nada
quién fue el que cerró mi cuenta de facebook en aquel ciber que la dejé abierta
quién me dejó poner rolas en las fiestas
a quién le inspiré confianza desde que me vio
quién fue el maestro que me regaló el seis en aquel examen a título
quién se voló clases conmigo y luego estudió conmigo para el extra
quién me escogió para su equipo de futbol como primera opción
quién rompió los silencios incómodos con calidez
quién piensa en mí como un buen tipo
quién de los anteriores soy yo para alguién más?

-AndracA-