Evolución de la alegría

Los días a veces tienen esas pesadas horas
y uno las ignora, procura no distraerse en el sendero del destino
y sin darte cuenta vas almacenando el dolor
y no sabes cuándo se derramará ese cofre de tristezas
o si explotará o si uno simplemente lo vacía en la vigilia de la sensibilidad
y al día siguiente se encuentra de nuevo vacío

¿A dónde se van esas tristezas?
desconfío indiscutiblemente de su desvanecimiento,
maldigo su fugacidad, no logro encontrarlas,
quizá ellas me encontrarán a mí en el momento idóneo,
siempre logro encontrar mis alegrías, diariamente les echo un vistazo,
la memoria las derrama gota a gota y las disfruto sombra a sombra
son algo que la vida me dejó, siempre mío,
sin embargo nunca sonrío al recordarlas,
quizá las tristezas que se esconden día a día
reviven en nostalgia que abraza todo lo que alguna vez era sólo alegría
esas alegrías que duran más allá del tiempo
pero no tanto como la eternidad.

AndracA