De la conveniencia de lo fugaz

El capricho de la memoria es la eternidad,
un capricho sin sentido,
siempre supimos de la naturaleza de lo bello,
de su naturaleza fatal, de su naturaleza finita.

El vértigo de lo fugaz y su coqueteo con la muerte
son características de lo hermoso, de lo valioso,
la fugacidad evita que la vida se vuelva una pesada cruz,
que el fuego sea frío, que los sueños dejen de serlo,
que lo hermoso sea insoportable,
que las estrellas se tornen opacas,
que estemos muertos en vida.

Huir de la fugacidad es como correr tras el viento,
dejemos que lo único eterno sea la muerte,
en esta vida vasta de días y falta de horas,
refugiémonos y vivamos en un susurro, en una mirada,
en el roce de otra piel, en el encuentro de unos labios,
aceptemos el coincidir y desaparecer,
el añorar, encontrar y perder.

Así, cuando en el final de los tiempos
la vida sea una anécdota,
estará llena de flores no marchitas,
de maravillas y no de ruinas,
de amor y no de cadenas,
de dulces melodías y no de ruidos.

Esta anécdota la construiremos de cosas efímeras
como la existencia misma.

AndracA

Soundtrack del escrito (je): Tu sonrisa inolvidable -Fito Páez-