De tu "sabio" amor

Fue una tarde extraña como pocas
es en tardes como éstas donde uno deja de creer
y deposita en la luna semillas de fe que el sol a veces germina,
pero el sol decidió abortarlas, decidió bruñir por costumbre,
decidió darnos luz para apreciar claramente el triste porvenir.

Las tardes siguieron sosas, no es día, no es noche,
oscilan, dudan, temen, tedian la eternidad,
se mueren sin decidirse, se vuelven el paso inútil de los días,
y uno abre los brazos esperando lo que sea, incluso la muerte,
incluso la vida, pero las tardes son tenaces, jamás ceden a la felicidad.

Las mañanas laborales, las noches de sueños, las tardes extrañas,
el itinerario del libre albedrío, las cadenas de la libertad,
las alas disecadas de los esclavos del tiempo,
el culto de fe a la casualidad,
la estúpida esperanza de que la vereda del tiempo nos llevará a algún lado,
la irónica perseverancia para tener un tiempo por derrochar.

Qué tan extraña era esa tarde, que tus brazos eran fríos,
no eran ya un refugio ni cálida complicidad,
tu cuerpo estaba a mi lado, el mal humor lo sorprendió
y tu sonrisa era ya una flor marchita en la tumba de la esperanza.
El amor es lo único que no se hace sabio con el tiempo...se hace frívolo.

AndracA

Sí-helo

Bajo el testigo azul
(que no es destino sino frontera),
las miradas son cada vez más tristes,
la fe se vuelve un mito a cada segundo
soliloquios del silencio que lo dicen todo
inundan sin piedad cada resquicio del futuro
ese futuro que ya no existe,
pues nadie se ocupa de construirlo,
la fatiga de pensar en el lento tiempo
nos deja sin días, sin hoy,
nos deja sólo una irremediable eternidad,
metáforas desgastadas,
amores corpóreos,
sueños tangibles,
milagros perezosos,
pobres corazones,
melodías arrítmicas
que incitan a bailar
a esas nubes negras de rapiña

para sentir que algo ocurre.

AndracA

En esas horas que no existen

En esas horas que no existen,
me encontré huyendo del imán de tu partida
y entre nieblas inútiles que cubren un paisaje solitario
te recordé por última ocasión en honor a la nostalgia,
brindando por los malos tiempos.

¡Larga muerte a tu recuerdo que hoy se vuelve abismo!

Perdido en esas horas que no existen
celebro esta ansiada soledad,
en la única victoria que se logra perdiéndolo todo.

AndracA

Conato de nada

Qué poco que pesaba el mundo esa tarde,
todo es lejanía para un pobre solitario,
el solitario debe pensar como tal, no debe pensar por el mundo,
mi alma ya no es ese torbellino ambicioso
ha vuelto a ser el soplo de vida original.

El anatema de Dios fue un sabio consejo,
la ascética postura sólo tuvo un oscuro traspié,
las antiguas blasfemias secretas son hoy sonrisas
capaces de inundar a quien tenga el desenfado
de absolver del exilio a esa paz innata e inmortal.


Depravado de mundo, ciego de inercia, muerto de vida,
volverse el sol que no siente melancolía
volverse el sol que se va y viene con el tedio de sí mismo
y sin embargo sonríe cada mañana
mientras una duda inunda el ambiente
mientras un muerto más viene al mundo
y las metáforas del amor se extinguen.

Qué poco que pesa el mundo en tardes donde
todos los suicidios del mundo no alcanzarían
para hacerte sentir más muerto, más insensible,
qué poco que pesa el mundo en las tardes que el egoísmo te ayuda.

AndracA