Exorcismo

Olvidé las antiquísimas cicatrices en algún bar anoche,
la locura voluntaria naufraga en el fondo de alguna cerveza,
mi viejo aroma se ha diluido en algún cigarrillo,
hoy soy sólo parte del nauseabundo perfume universal,
mis ojos no tienen memoria,
mis manos anhelan construir algo “útil”, no bello,
la escéptica postura yace muerta en algún manicomio,
y las dudas son bochornosas anécdotas de insensatez,
perdí algo en la oscuridad,
tengo miedo de regresar a averiguar de qué se trata,
pero aun más miedo de poder recuperarlo.

¡Qué etapa de mi vida aquélla!,
terminó el duro camino de vuelta a la ceguera,
a la inconsciencia, al qué más da, al nace, vive y muere,
la oveja negra pide perdón con humildad y se une al rebaño,
juntos asesinaremos a ese cáncer llamado libertad,
la curiosidad tiene sus horas contadas,
la certidumbre será producida en serie
y tendremos nuestra ración quincena a quincena.

Hagamos a un lado a los filósofos, pintores
y a todas esas ociosas y bellas artes,
bailemos al compás de la melodía universal,
no hay cabida en este mundo para la razón,
destino es una palabra anticuada,
basta y sobra hacerse uno con el tiempo,
aprieto con las fuerzas del alma mis párpados,
estoy listo para vivir.

AndracA